"Camino de regreso" fue el tercer libro de poemas que escribí, es curioso que a medida que pasa el tiempo algunos poemas me horrorizan, pero otros en cambio, me hacen sentir bien, éstos son dos de los poemas de éste libro en el que yo aprendía a escribir poemas a veces con sangre, aún hoy lo sigo intentando. Es como volver a la cueva que habité en otros tiempos
Reconozco no haber ocupado todo mi tiempo
dispersando horas en asuntos inútiles,
que a veces abusé de mi libertad,
desbaraté mi pulcritud en excesos,
también amé muchísimo sin respuesta.
Ahora , de vez en cuando,
me permito correr tras el silencio
para atraparlo un poco y soltarlo después.
Asumo -aunque no me guste reconocerlo-
la debilidad de llorar cuando la música me llena
y que los discursos no me gustan.
Confieso haber volado con los murciélagos
en la oscuridad,
y colgada desde la rama,
reposado mi intención.
Siento que ya no me afecten tus exigencias.
Subida en un vagón, digo adiós a los reparos.
Desde mi cuarto azul
voy describiendo en hojas desordenadas
lo que tapan los renglones de mi vida
Sobre los márgenes, anoto
-y también a pie de página-
las cosas que de verdad me importan.
Entre paréntesis reseño
las cuentas pendientes.
En puntos suspensivos
lo que algún día quizás alcance.
Sobre registro sellado
guardo los nombres
de los que me fueron infieles.
En papeles arrugados anoté
lo que ya no vale la pena.
Con torpe ortografía hablo de ti,
que entraste en mi vida inesperadamente.
Sigo leyendo -también-, pues es mucho
lo que adeudo a mi curiosidad,
y voy saldando página a página
ese afán desmedido...
Cuando aprenda a escribir poemas,
será para ti, el primero.
¿Alguna vez has comido semillas de Granada? Ya sabes, esos granitos rojos y tiernos que al morderlos saben dulces y luego te dejan un tono amargo en la boca.
ResponderEliminarPues leer estos dos poemas ha sido para mí todo lo contrario... Mientras me paseaba por tus versos, adivinaba cierta amargura (Sin dolor no hay Poesía), pero al levantar la vista, lo que he visto ha sido el Sueño de una Dulce Luchadora, un atisbo de Esperanza, un No querer despedirse aunque sea diciendo "Adiós", un No querer olvidar lo que has sido y te ha traído hasta aquí... Y me encanta que hayas llegado.
Si se pueden adquirir tus libros, me gustaría saber cómo... Me temo que son un pequeño Tesoro, o no tan pequeño.
Un Beso, Isabel.
en mi pueblo las granadas se comen con migas, gracias por recordarmelo, llevo tiempo sin comerlas.
ResponderEliminarSiento decirte que no tengo nada publicado en papel, bueno el poema "Vertigo", cuya imágen está en la barra lateral, pero no tengo ejemplares,y no sé dónde conseguirlo, pero yo te envío uno por correo electrónico, uno que no conozcas. Hace poco he encontrado unos Molesquine con pocas páginas y estoy copiandolos todos a mano, aunque es laborioso merecerá la pena.
Tengo amigos que no hacen nada más que presinoarme para que los lleve a alguna edeitorial, pero la verdad es que me dá un poco de pereza, siempre digo que sí , y luego lo dejo pasar. En fin.
...hay que ver lo que le sacas a los poemas, los escribí hace 10 años, yo no los recuerdo así, ésto es lo bueno de sentirte leída ( de verdad), lo que aprendes de las personas que te interpretan, y es muy agradable poder comentarlo.
Gracias
Isabel
Hola Isabel,soy araceli.Tus dos poemas me han recordado esas veces en las que te paras, miras hacia atrás, asumes la vida pasada y ,realmente empiezas a notar lo que es verdaderamente importante en ti y para tí.Son preciosos.besos
ResponderEliminarurciman@hotmail.com
ResponderEliminarPor si no lo tenías, este es mi correo.
Espero tus escritos, y si me pasas el tuyo... a lo mejor te dejo leer algo anticipadamente.
Un beso, Isabel... Y a ver si nos animamos los dos a publicar algo, que estamos hechos unos vagos.