jueves, 5 de marzo de 2020

Capítulo 1






Sanatorio Real

No alcanzo a entender las razones de Avelina , siempre con el mismo tema, que si las azucenas, que los claveles, que si la dama de noche...Todo el día se le va hablando sola en un infinito soliloquio con las flores. Ernesto piensa que cada vez delira más. Pero yo la veo feliz, incluso cuando se enfada,llora,grita y a continuación calla; en ese momento su rostro se recompone y brota la belleza que da la inocencia.
Como cada mañana, el doctor Zaldívar la reconoció moviendose entre los matorrales.
Debes estar helada Avelina, sabes que no te viene bien este fresco, al menos abrigate, le dijo con una sonrisa amable.
Ella lo mira fijamente desde su distancia, lleva un camisón de tela blanco, las mariposas revolotean alrededor y Zaldivar piensa que parece un hermoso cuadro en la distancia. Alarga la mano como para rozarlo, y se queda en una frustrante intención
Buenos días doctor, ha llegado esta carta para usted, desde la puerta lo despiertan de su fantasía.
Buenos días señora Julia, hoy está radiante, ella sonríe, se atusa el chal y lo espera en la puerta agitando la carta en la mano.
 Comenzaba el recorrido muy temprano, visitaba a las enfermas del Sanatorio Real. Curioso nombre pensaba, parece hecho para otra gente, pero allí no había nadie de la realeza, solo mujeres al borde del abismo, supervivientes de una guerra sin sentido.
Durante la mañana andaba ocupado con las mujeres, disponía la medicación, reajustaba los tratamientos y organizaba el trabajo de las enfermeras.De vez en cuando mira por la ventana para observar el trapicheo de Avelina y no perderla de vista. Y entonces su mente se borra. Nada, el vacío.
En ese momento Avelina le saluda, pero él no la ve, a sí que ella sigue a lo suyo, tarde o temprano tendrá que verla, y ésta vez se lo va a decir, seguro.


( Las parisinas 2020)