domingo, 15 de noviembre de 2020

Lectura, libros y experiencias


lectura, una aventura que no deja de crecer


Mis historias intentan encontrar un camino que me conecte con la realidad de los niños. Que no es igual a los adultos.
Los nuevos intentos de cambiar los sistemas educativos son caóticos porque tiran del mismo cuerpo por varias corrientes. Así andamos , un poco perdidos, un poco acertados, un poco de algo;  no es mucho . Hay que ir con el todo, no se puede dispersar el aprendizaje, no hay fórmula concreta. Todo depende, y así vamos andando caminos empedrados sin llegar al lugar exacto en el que encontrar la idea que funcione.
Aunque los padres necesariamente tienen que implicarse, no solo en el aprendizaje de la lectura y la escritura, que es la etapa en la que más atención ponen. La lectura desde la casa puede abrir un espacio que facilite el aprendizaje de todas sus etapas educativas. Pero lamentablemente, cuando han superado la etapa de Infantil, ya saben leer y escribir, sumar y restar y los colores en Inglés, desaparece la atención parental por la evolución de esa rutina. Es cierto que cada vez más, los padres son conscientes e intentan acercar la lectura a los niños , pero desde una posición casi impuesta, lo que lleva a crear en el niño un desinterés por la lectura.
Desde que empecé a trabajar con los niños, ambos, hemos pasado por varios métodos, y peor aún varios, proyectos educativos de los que dependen esos métodos.
Intento buscar la fórmula que haga que el libro sea un juguete en la primera etapa de los niños. Un objeto que a medida que crece, el objeto se transforma con él.
Hoy tengo un nieto con el que intento experimentar todo lo que he intentado en mi anterior escuela infantil. Aunque durante un tiempo hice un seguimiento en los colegios sobre el trabajo que yo anteriormente había realizado con ellos desde la biblioteca de la escuela infantil. Y los resultados eran buenos , la conexión con ellos después de cambiar de centro y recordad cómo aprendimos a mirar el libro como un juguete, que después nos regalaba una historia . 
Una de las cuestiones es que la historia, sea la que sea, debe presentarse ante un niño de una forma impactante. Comprobado cien por cien.
Un libro es un objeto-juguete que los invita a investigar
primero con las formas
segundo con los colores
tercero con las diferencias entre imágenes y texto
cuarto entrar en el mundo de las letra
quinto degustar las historias que allí se cuentan
A partir de aquí es primordial la interacción con los adultos de alrededor.
Siempre he defendido que la sorpresa es el vínculo extraordinario para conectar al niño con éstos cuatro o cinco sugerencias.
Mi vida será siempre un camino que lleve a conectar a todos y todas el nexo entre realidad y magia que está en esos pequeñas historia que los libros nos traen.
Tuve varias experiencias, al intentar crear la Biblioteca de mi Escuela, algo que casi me mata, porque soy insistente y comprometida, pero un muro tan alto no se puede escalar sola, y el recurso que prometía ser una alternativa divertida en el aprendizaje, y que los niños acogieron con una inmensa ilusión, se eliminó de un día para otro.
Hay personas que piensan que si te decides a crear una novedad en tu escuela son absolutamente resistentes ante los cambios en las fórmulas de aprendizaje. Nada tiene que ver con los niños, es su falta de capacidad para enfrentar las novedades que al final les sería de ayuda.
Y los educadores tenemos una responsabilidad tan importante , que no son todas las personas las que se atreven a trabajar para cambiar, para formarse en nuevas Competencias, aunque sean de forma trasversal.
Mirar la educación es mirar con la cara limpia, sin maquillaje, sin máscaras, sin previsión, a pecho descubierto, porque así iniciaremos un camino conjunto en el que la experiencia aprende de la espontaneidad.
Esto nos enseñará a conocer lo que verdaderamente le interesa al proyecto de persona y descubrir las capacidades para la que está adaptado para realizar.
Es tan importante el inicio de sus conocimientos que , de escucharlos, nos daría las claves de atajar cualquier fórmula para de enseñar.
Sigo buscando los recursos que puedan conectar al libro con el niño, y que ésta conexión se definitiva para su aprendizaje

Isabel Serrano

jueves, 5 de marzo de 2020

Capítulo 1






Sanatorio Real

No alcanzo a entender las razones de Avelina , siempre con el mismo tema, que si las azucenas, que los claveles, que si la dama de noche...Todo el día se le va hablando sola en un infinito soliloquio con las flores. Ernesto piensa que cada vez delira más. Pero yo la veo feliz, incluso cuando se enfada,llora,grita y a continuación calla; en ese momento su rostro se recompone y brota la belleza que da la inocencia.
Como cada mañana, el doctor Zaldívar la reconoció moviendose entre los matorrales.
Debes estar helada Avelina, sabes que no te viene bien este fresco, al menos abrigate, le dijo con una sonrisa amable.
Ella lo mira fijamente desde su distancia, lleva un camisón de tela blanco, las mariposas revolotean alrededor y Zaldivar piensa que parece un hermoso cuadro en la distancia. Alarga la mano como para rozarlo, y se queda en una frustrante intención
Buenos días doctor, ha llegado esta carta para usted, desde la puerta lo despiertan de su fantasía.
Buenos días señora Julia, hoy está radiante, ella sonríe, se atusa el chal y lo espera en la puerta agitando la carta en la mano.
 Comenzaba el recorrido muy temprano, visitaba a las enfermas del Sanatorio Real. Curioso nombre pensaba, parece hecho para otra gente, pero allí no había nadie de la realeza, solo mujeres al borde del abismo, supervivientes de una guerra sin sentido.
Durante la mañana andaba ocupado con las mujeres, disponía la medicación, reajustaba los tratamientos y organizaba el trabajo de las enfermeras.De vez en cuando mira por la ventana para observar el trapicheo de Avelina y no perderla de vista. Y entonces su mente se borra. Nada, el vacío.
En ese momento Avelina le saluda, pero él no la ve, a sí que ella sigue a lo suyo, tarde o temprano tendrá que verla, y ésta vez se lo va a decir, seguro.


( Las parisinas 2020)

jueves, 20 de febrero de 2020

Volver a las aulas

Lo bueno de tener un blog es que ,a pesar del tiempo, siempre puedes volver a sus páginas y reescribir continuamente tus intenciones. En ésta ocasión son ideas más que palabras. Llevo muchos años participando en el proyecto "Escritores Docentes". Años de aprendizaje continuo en el que yo quizás sea quién ha aprendido más.
 No hay duda de que el contacto que he mantenido con los niños y niñas( cerca de 8000) desde que entré en este programa, ha sido hasta ahora, el viaje más perfecto de mi vida
Hay algo que late dentro de las aulas, algo que huele a cambio, a otras necesidades, otras competencias, otros valores. Yo he sentido esa necesidad de crecer aprendiendo con ellos, inagotable fuente de recursos creativos, que generalmente no atendemos o no escuchamos, por todo ello es imposible tejer el hilo invisible que nos ayude a establecer la educación a medio camio del alumno, a medio camino de las normas, a medio camino de proyectos.
En primer lugar, como constructores que somos, deberíamos empezar un proyecto desde los cimientos, que fortalezca cada avance, cada nivel, cada herramienta que sirva desde el suelo al techo.
Un proyecto apto para todas y cada una de las necesidades que los alumnos reclaman.
Pero, y en ésto, voy a ser muy crítica porque creo que se trabaja desde una forma irreal y me refiero a la capacitación del docente, que día a día es obsoleta. Por experiencia he visto de todo tipo de actitudes, y de todo tipo de aptitudes en el profesorado que -enterrado en burocracia- dispersan el verdadero motivo por el que están allí.
No critico a nadie en particular, en serio, pero creo que tanto las actitudes que tenemos hay que reforzarlas con las aptitudes que disponemos. y aquí hay un bazar en el que te puedes encontrar cualquier cosa menos concordancia.
Yo me siento impotente ante muchas situaciones que comento entre el profesorado y los alumnos también y veo una desolación absoluta.
Y he de decir que los premios a cuestiones especiales como el fomento de creatividades varias, no se deberían enfocar como un tema de mejores y peores, de hábiles y desastres, de limpios o sucios,. Tenemos tanta discriminación en vena que mas nos valdría una vacuna que aliviara un poco.

No quisiera dar la sensación que mis visiones y contactos con los centros son caóticos. Pero a veces observo cierto desamparo y también exacerbada euforia. ¿QUIÉN TIENE LA MEDIDA?



Acerca de la lectura

Quiero comenzar diciendo que siento un amor incondicional por la lectura. Me apena mucho comprar cada vez menos libros, porque acumular espacios es algo que se me vuelve hostil, así que intento resistirme . Pero además de ésto que es un mal menor, tengo un problema mucho más grave.
Normalmente entraba a una librería y los títulos me llamaban, , los había de intriga, escandalosos, zafios, ostentosos, demasiado ordinarios, demasiado exquisitos, y un montón de calificativos que nos es cuestión de enumerar.
Así que cuando quería comprar algún nuevo ejemplar que me interesara, empecé a escuchar opiniones. Craso error en el que un buen lector no debería incurrir. En mi caso desde luego he de admitir que alguno funcionó, pero siempre ha sido aleatoria la decisión de escoger un libro u otro, o varios.
A menudo suelo compartir lecturas de poesía con narrativa, sobre todo me gusta la novela negra, o la ciencia ficción. Pero es que me veo obligada a leer política, economía, filosofía, historia antigua, contemporánea y otros demenciales textos que a través de la pantalla te ofertan sin descanso alguno, y como si cayeras en un embudo tienes que llegar al vértice de la nada, que es en lo que suele quedar tanta palabra, amén de desgranarla.
Es sábado, me voy a una librería y comienzo a dar vueltas buscando algún grito desesperado. Por fin leo un título que me atrae y me entusiasma. No sé si tiene promoción, premio,está en boca de todos, o es un simple libro olvidado. Pero es cuando lo toco y paso sus páginas sin fijarme en nada en especial,entonces lo elijo para siempre.
Lamento decir que tengo tantas novedades recomendadas en la cabeza que añoro los años de discreto silencio, la clandestina recomendación de lo prohibido, y escudriñar bajo los Best-seller para encontrar lo que realmente me transporte con facilidad a cualquier lugar. Tampoco pido tanto

domingo, 19 de enero de 2020

Ruleta

Tenía muchas cosas en mi cabeza, pero una confusión infinita que me anulaba para ordenar ideas. Necesito escribir, aunque no sé por dónde empezar, porque cuando repaso las redes veo tantos escritores volando sin rumbo, que acaso eso me desencantó. Presentaciones continuas, eventos masivos , adoctrinamiento de poesía tradicional, tendencias nuevas que quedan obsoletas, bufones que suben al carro, textos de verdaderos creadores, y mucho más.
Cuando escribes pongo mi ejemplo, una poesía diferente, quizás indisciplinada irreverente con las tradiciones y flotas al rededor de las palabras; algo te empuja a decir. Pero es que somos una legión de Palabreos que buscamos que nos escuchen, porque pensamos que no queda tiempo ni espacio, ni nadie que disponga de el.
Repasando el último poema que escribí me invadió una punzada de alivio, porque después de tanto tiempo, lo veo con una belleza en la que solo yo  me reconozco.
Entonces pensé que esos momentos reconfortan mis recuerdos, y no importa a quién lleguen. Probablemente éste oficio vino a mí "como una traición del destino", que decía en uno de mis poemas,  para empujarme a vivir ahora.
Estoy girando y empiezo a sentir el viento, la lluvia, el sol, mi rostro. Y eso es muy poético ¿no?

domingo, 26 de noviembre de 2017

En el cuarto de arriba
siempre hay ruido de pájaros
mientras me ocupo de la memoria.
Su naturaleza intuye el desastre,
por eso su vuelo de despliegue
como advertencia:
dicho queda.
Pasan los años, el óxido corrosivo
y sus signos, inimitables,
dejan un camino de piedra.
En el cuarto de arriba, una ventana
abierta. Un inconfundible idioma.
Resistencia.

(Nada 2016)

sábado, 18 de noviembre de 2017

Juego en la escombrera
mientras mi abuela dormita
en la habitación de al lado.
El derrumbe huele a pan caliente.
Mi frágil cabello agitado,
las manos sucias, el ombligo al aire.
El gesto cotidiano de crear muros
torres y ventanas abiertas
se desploma justo al anochecer,
cuando ella grita mi nombre
Isabel, vuelve;
pero nunca viene a buscarme.
Una voz secreta suena
y en el umbral de la casa vacía,
está mi madre.

(Madre, 2017)