lunes, 22 de abril de 2013

Crónica de un buen día




Me siento afortunada por cada cosa buena que me pasa.
Para siempre guardaré en mi memoria el recuerdo del día de ayer, en el que vi como el universo- utilizo una expresión de mi hermana- ,me devolvía en forma de recompensa literaria, todo el trabajo realizado durante años.
  La recompensa en cuestión ha sido ver dos de mis publicaciones en las casetas de la feria,  Una en el estand de “La bella Varsovia”, “Vértigo”, y otra en el de la librería” Títere” “Memorias de una gaviota coja”


 además la satisfacción de haber presentado ésta última  junto a Almudena Castillejo y Javier Fernández, rodeados de buenos amigos.


He de decir que a pesar de que empezamos un poco más tarde, fue muy gratificante contar con cada una de las personas que nos acompañó en el acto. Mi agradecimiento a todos y toda, en especial a Javier, Ángel y Paco por su contribución activa en la presentación.

viernes, 12 de abril de 2013

Memorias de un caracol






Soy Beethoven, sí el nombre me lo pusieron entre las babosas de una colonia que vivió cerca de aquí hace algún tiempo. No creáis que me disgusta, todo lo contrario; soy un caracol al que le gusta la música. Me aficioné a su sonido cuando el trompetista, mi amigo Mac, se mudó aquí: un precioso pueblo  llamado “ Rescate”. Él sólo tiene un ojo, por eso tuvo que abandonar la orquesta a la que pertenecía. Suele contar diferente versiones del suceso en el que perdió el ojo, tantas que no recuerda el suceso. En realidad no importa. Mac es un gran músico. Dice que la melodía se interpreta con el alma, algo que no sé si yo tengo- por ser caracol- y que eso le ayuda a ser mejor persona. Nadie como él sabe entender a los caracoles. Todo lo que yo sé de música me lo enseñó él.
Hace tiempo, cuando yo era más joven y me atrevía a entrar en el mundo de los humanos llegué de forma fortuita hasta el porche de su casa guiado por el sonido de su trompeta. Comenzó entonces a llover, el viento soplaba tan fuerte que me impedía avanzar a cada paso y me cobijé allí. En ese momento Mac salía para asegurarse de que todo estaba en orden después del temporal, de forma accidental me pisó taladrando así mi concha. Fue la primera vez que vi a un ojo llorar.
-no te preocupes, me dijo, buscaremos una nueva concha para ti
-¡A mí en realidad, lo que me gustaría  es que me enseñases a interpretar música!.¡Desde que te oí la primera vez quedé maravillado!. Lo de la concha no me importa mucho, porque de alguna forma también seré como tú que tienes una herida en el ojo.
A Mac esto le hizo mucha gracia
-Esta bien,, de todas formas buscaremos esa concha, y si no la encontramos ya buscaremos una forma de dar utilidad a ese agujero, que ahora te hace especial.
Salimos al jardín y caminamos hasta el bosque, y luego caminamos hasta el mar, encontramos miles de conchas, pero ninguna estaba hecha a mi medida, así que regresamos a casa. Una vez allí Mac partió una fruta.
-Es una pera, me dijo, es mi fruta favorita. No sé si los caracoles coméis peras, pero tampoco eres un caracol corriente. ¡Seguro que te gusta!
(…y yo me la comí). Mientras mordisqueaba la pera me dijo:
-Se me ocurre una idea, cuando como pera siempre se me ocurren. Utilizaremos tu concha para hacer música, le pediré al viento que silbe en tú agujero y con mis dedos yo guiaré la melodía, también le pediré a la hoja de la cornisa que caiga sobre ti para protegerte del frío. Además te voy a contar un secreto, tengo un amigo dragón( que es  mágico) al otro lado del río.  Tiene la habilidad de leer el pensamiento, además  posee todas las letras y notas musicales del mundo, las guarda en su cueva. Él te dará el don de la música, y a cambio –si es necesario- entregaré mi otro ojo para que se haga realidad tu deseo. Será mi regalo para compensarte.
El dragón se conmovió tanto, que además de regalarme el “don” me doto del  poder de dejar un rastro de notas musicales con mi baba.
Desde entonces el viento Mac  y yo formamos un buen equipo, me he hecho músico profesional y animamos las fiestas que hay por los alrededores del pueblo interpretando alegres melodías.
Si necesitas de nuestros servicios solo tienes que seguir el rastro de notas musicales que hay sobre el suelo , justo al final de la canción me encontrarás.

Isabel S
Una pera, un trompetista, una hoja, un caracol, un ojo y un dragóncillo fueron las propuestas para crear una historia en la que cada uno de los personajes daba su particular visión. Taller de creación literaria 2010

jueves, 4 de abril de 2013

Meriendas literarias


Hoy hemos presentado en el "Centro cívico Lepanto" el libro "Meriendas Literarias". En el acto, además de leer los textos, Almudena Castillejo nos ha deleitado con una creación magnífica.
A la vez que escuchaba nuestros relatos, sus manos parecían estar hechizadas. Cada trazo ha sido un espectáculo. Al final todos queríamos el cuadro. Preciosa actividad organizada por Rafa, al que agradecemos su empeño por salvaguardar proyectos tan creativos como éste.