jueves, 25 de noviembre de 2010

Poema nº 50



Eres el amante perfecto
-si yo fuese una mujer normal-,
si no necesitase de un paisaje en el que adentrarme.
Yo soy el verdadero monstruo
que se mueve con precisión feroz, con  ojos desnudos.
Soy difícil de complacer
y ni siquiera estoy ya bajo las sábanas,
aunque sigas notando calor.
Hace tiempo que salí a buscar,
-los monstruos también necesitan alimento-.
pero no estés triste, tú eres la dirección correcta;
las pastillas y los senos  enormes solo son
literatura - que ha sido testigo de nuestra historia
a través de los siglos- ; huye ahora que estás a tiempo,
porque si no, la próxima vez tendré que devorarte.


( del libro "Quedarse con lo escrito")


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