martes, 20 de octubre de 2009

Cuadros dedicados

Hay toda una generación que nació,creció se amó y murió con melodías de programas radiofónicos de canciones dedicadas, algo que aún continúa como un comando -perdido en un campo de batalla musical- desde la resistencia, persiste sin abandonar el lugar sitiado.
Yo tengo un leve recuerdo de su época de apogeo, pero escuchaba con las vecinas , en la puerta o en el patio de la casa aquellas melodías en las que a modo de mensajes cifrados ilustraban relaciones clandestinas, de amores imposibles, apasionados, tímidos , declarados a los cuatro vientos a través de las ondas, y el viento y la radio las hacían llegar a su destino.

Yo me voy a proponer desde este manual de intenciones, dedicar cuadros que admiro básicamente por su originalidad, a través de la red, con palabras, hacer llegar los mensajes desde mi particular asedio


Gato tatuado ( de Carlos Láinez)

Este cuadro lo dedico a mi amigo viajero, ese -que refugiado en el rincón- ha viajado a través del mundo, sellando en su piel la única imagen que era capaz de sostener, ese que deambula por las noches donde el sueño se resiste y el alma se queda fría, y punzada tras punzada hace fluir la sangre lenta y quizás segura. Ese amigo que en la madrugada me canta desde el lugar y me hace llegar la canción de su imagen sobre las ondas azulesl que contienen su secreto.





Aunque no he pedido permiso para utilizar la imagen, espero que su autor que para mi es magnífico sea generoso y no se sienta ofendido, si no alagado por mi gran admiración.

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