sábado, 18 de febrero de 2012

Duerme, mas no oses soñar


  
Duerme pequeña bestia
para que yo pueda mirarme
sin ese miedo cotidiano.
Detén  ese latido desbocado
para que hasta mi llegue
 una calma como la dignidad.
Enmudece o muere para que te pueda suplir
porque es raro aceptar tu cadencia,
imposible vivir sin el actor en el escenario.
Encoge hasta desaparecer
ahógate en el hielo
para que yo pueda arder
desde la carne hasta los huesos,
mudar toda yo en otra
a golpe de latido nuevo.
Duerme mas no oses soñar
aunque  parezca  inofensivo
el sueño se multiplica en impulsos
tenaces, como miedos nuevos
que te arrastran a un infinito extravío.
  No voy a escuchar más lo que tu palpito dice
 lo que tu silencio calla.
No te muevas, no grites, no respires.
no.




No hay comentarios:

Publicar un comentario