domingo, 29 de agosto de 2010

Sobreexposición





A pesar de las apariencias y las teorías
busco la calma de lo que pueda pensar,
donde se extingue la voraz alegría
trazo la línea de parte a parte.
Fue entonces cuando tus ojos me atropellaron
y aparecí adherida a un milímetro infranqueable de tu muslo.
He tenido que abrir puertas entre el fuego, eso sí,
¿acaso hay algo mejor que haber amado?.
Hay un lugar a las afueras de la ciudad
en el que rezuman ardientes e inesperados roces,
donde mis ojos dejaron huellas,
un café en la mesa, frio ya,
y un frasco de veneno, por si acaso,
para la triste bebedora de agua.
No sé si ahora sabría volver a aquel lugar,
a aquella inaceptable intimidad,
a esa hermosa  y lejana locura.
Es por eso
que me resulta difícil caminar entre la gente;
a pesar de las apariencias y las teorías
busco la calma en cada uno de los espacios posibles
de lo que pueda pensar.

(de el libro “Quedarse con lo escrito”)




1 comentario:

  1. a pesar de las apariencias,hay mucha gente que te quiere y necesita
    muy bueno, aunque triste y melancólico...
    me encanta la estructura del poema y el final es sorprendente
    escojo aquella parte esperanzadora que se encuentra implicito en el mensaje, aquella lucha interna que nos poroteje, busco la calma...
    no dejes de escribir, ayuda a la supervivencia

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