Duerme pequeña bestia
para que yo pueda mirarme
sin ese miedo cotidiano.
Detén ese latido desbocado
para que hasta mi llegue
una calma como la dignidad.
Enmudece o muere para que te pueda suplir
porque es raro aceptar tu cadencia,
imposible vivir sin el actor en el escenario.
Encoge hasta desaparecer
ahógate en el hielo
para que yo pueda arder
desde la carne hasta los huesos,
mudar toda yo en otra
a golpe de latido nuevo.
Duerme mas no oses soñar
aunque parezca inofensivo
el sueño se multiplica en impulsos
tenaces, como miedos nuevos
que te arrastran a un infinito extravío.
No voy a escuchar más lo que tu palpito dice
lo que tu silencio calla.
No te muevas, no grites, no respires.
no.
lo que tu silencio calla.
No te muevas, no grites, no respires.
no.
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