Siempre
quise mirarte mientras dormías,
imposible
cerrar los ojos después de entrar en un sueño.
Estoy
perdida,
voy en
dirección contraria al poema,
para
volverse loca,
¡yo
tenía tantas ganas!
la
fiebre y el amor,
tú y la
memoria, visiones y caminos:
fantasmas
de fiesta me sobrevuelan
con
tanta insistencia
que presiento
la muerte, y sé que no hay remedio,
nada de
lo que fue nuestro existe,
admirable
amado, sé libre.
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