¡Qué horror!
-exclamó Mac-,el reloj se ha parado y el viento Veloz se ha llevado las horas
.No sé en qué momento del día estamos. La luz tiene ese color extraño en el que
uno no sabe si cae la tarde o amanece.
-¿has oído
eso?, preguntó Mac al ojo
Un
repiqueteo llamó su atención. Silencio. De nuevo volvió
-pon, pon,
pon, pon
-¡lo he
escuchado con tus propios oídos! , dijo el ojo, ¿has escuchado lo mismo que yo?
-pon, pon,
pon, pon
-No veo
nada, exclamó Mac. Mira tú a ver si ves algo (dijo Mac al Ojo)
El Ojo se
ajustó y comenzó la búsqueda. Al otro lado de la ventana, Beethoven se aferraba
al quicio para que el viento Veloz no lo arrastrara. Soplaba tan fuerte, que
elevaba a su paso todo lo que encontraba. Las hojas de los árboles parecían el
confeti de una fiesta de cumpleaños.
El caso es
que Mac logró olvidar por un momento el suceso.(Se acordó entonces cuando vivía
con su familia en “el bosque de los abetos grises”; su padre, su madre y dos
hermanas que hacían de él el muñeco preferido, disfrazándolo a su antojo de mil
formas. Él era el más pequeño. Aquellos
fueron tiempos muy felices para la familia. Sus padres plantaban, cuidaban y después vendían árboles
de Navidad. Pero a él no le interesaba el negocio familiar. A Mac siempre le ha
gustado tocar la trompeta, desde muy pequeño; por eso aprendió y aprendió hasta
ser un verdadero trompetista.
Consiguió por aquel entonces formar parte de
la orquesta ¡lástima que ocurriera lo del
ojo!, un trompetista con un solo ojo no estaba bien visto en aquella
orquesta.
Fue entonces
cuando se trasladó a un pueblo llamado
“El Rescate”.
A las
afueras del pueblo encontró una casa preciosa y decidió plantar y cuidar árboles de Navidad para
luego,-llegadas esas fiestas-, poder venderlos.
Lo que
sucedió después fue que consiguió formar una banda,-algo particular, eso sí-).
-¡Escucha!
-dijo el ojo-
Mac miró
hacia la ventana
-¿Lo oyes?,
repitió el ojo
La lluvia
había comenzado a caer golpeando con fuerza las hojas que habían caído
-¡Siiiiiiiii!,
-dijo Mac entusiasmado-, se me ha ocurrido
una fantástica idea. Creo que he encontrado el tambor perfecto, sí señor.
Este es otro de los cuentos que realicé en el taller. Los personajes eran: Un dragón con una @ en la cola, un trompetista, un caracol, un ojo, el viento, una hoja de árbol y una pera.
!HASTA LA PRÓXIMA ENTREGA!