hace que me rompa ,
aunque lo intente, es imposible plantarle cara.
Gimiendo como un viento lejano
la respiración se amontona
inevitable e inútil.
Impenetrable travesía que finge ser breve,
rodar de lado a lado
-para que no estalle la piel-,
sola, en una ciudad llena de cadáveres
que lloran abrazados a los gatos,
sola, ruge la oscuridad sombría,
sola desteje -ahuyentando los sueños-
la trama de las horas .
La noche,… la noche,…extraña compañía;
no hay murmullo que pueble
esta soledad sola.
(del libro ”Quedarse con lo escrito”)
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