Un hombre intentaba recuperar la memoria. Cada noche sentado a la luz de la luna invocaba sus recuerdos.
El hombre sin memoria esperaba letra adentro que las imágenes volvieran; dibujaba palabras pero no podia encadenarlas ,carecían de sentido. Decidió consultar los libros pero eran sus ideas tan libres que nada más sacarlos del estante escapaban por la ventana volando hacia otras tierras.
La luna observaba su desesperación e intentaba atrapar alguno para poder devolverle las palabras perdidas, combatia el vuelo de los libros cortandole el paso, pero eran tan libres y la luna tan luna que se le escapaban por todos los lados
Los libros viajan mejor de noche, se dirigen hacia el mundo libro que los acoge en su redondo anaquel.
La luna pensó entonces -con sus ideas de luna- llevar al hombre a aquel lugar donde los libros perdidos de toda la galaxia se ordenaban en esférica intención
Pero los libros son tan libres y la luna tan luna que fué incapaz de retenerlos, escaparon otra vez y comenzaron una ruta alfabética dónde solo un hombre de memoria blanca podria cruzar al otro lado, al lugar en el que habitan todas las memorias perdidas.
Y llegaron a éste lugar, la luna y el hombre y negociaron con los libros una voz escrita, y el hombre les entregó su íntimo idioma, entonces los libros le devolvieron la memoria,; la luna...siguió siendo luna.
Bonita fábula, Isabel. Eres toda una artista en todos los estilos.
ResponderEliminarAtenta a tu correo... Voy a enviarte algo que creo que te va a gustar, pero no puedo publicar todavía (Está pendiente de un Certamen), y entenderás por qué me ha encantado hoy tu entrada... La Luna... El Poeta...
Un Beso de Luna y Letras, Isabel.
Muy buen cuento y muy original, siempre que alguien quiera leer algo nuevo, con sangre, no tiene que buscar más lejos. Felicidades!
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