ajedrez
(Del ár. hisp. aššaṭranǧ o aššiṭranǧ, este del ár. clás. šiṭranǧ, este del pelvi čatrang, y este del sánscr. čaturaṅga, de cuatro miembros).
1. m. Juego entre dos personas, cada una de las cuales dispone de 16 piezas movibles que se colocan sobre un tablero dividido en 64 escaques. Estas piezas son un rey, una reina, dos alfiles, dos caballos, dos roques o torres y ocho peones; las de un jugador se distinguen por su color de las del otro, y no marchan de igual modo las de diferente clase. Gana quien da jaque mate al adversario.
No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.
Dios mueve el jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?
(J. L.Borges)
Casi todos los escritos que hay sobre los orígenes del ajedrez tienden a realzar el influjo que ejerce a todo aquél que lo practica. Las leyendas se originan en distintas civilizaciones pero en su mayoría se sitúan en el Lejano y Cercano Oriente. Dichas narraciones fueron transmitidas de forma oral y los árabes, al ser los sucesores de la tradición cultural de la zona indo-persa por derechos de conquista, fueron los que asimilaron las tradiciones del ajedrez a su cultura. Con el tiempo pasaron a ser escritas adaptándolas a su conveniencia.
La primera mención del Ajedrez se encuentra en un poema Persa en el cual menciona que el advenimiento del juego se desarrolló en la India. El Ajedrez emigró a Persia (Irán) durante el reinado del Rey Chosroe-I Annshiravan (531-579) y se describe en un manuscrito Persa de ese periodo. Dicho texto explica la terminología, nombres y funciones de las piezas con cierto detalle y ha llegado hasta nuestros días.
En toda lengua, las letras conforman conjuntos de palabras que nos remiten a una idea, una acción, un rostro, un nombre...Cada palabra pronunciada puede esconder detrás una historia fascinante que nos transporte a otra dimensión.
Las palabras de nuestra lengua son vastas en historias de este tipo y se pueden hallar cauces serpenteantes capaces de transportarnos de un lado a otro, sin límite o frontera y en ocasiones sin final, sólo conjeturas, relatos y hazañas, leyendas... Pero también hay palabras de otras lenguas que pueden sugerir caminos análogos, por sendas de extremo a extremo, puentes por cualquier parte y probables anotaciones que llevan y traen de aquí a cualquier parte, tan lejana o cercana como la Filología –ciencia que estudia la cultura de un pueblo desde sus voces o su literatura-. Palabras con valor implícito como las que son versos, grandes novelas, canciones, pinturas, danzas, voces... Todo es un lenguaje, todo es palabra con tanta historia detrás como sólo en la propia Historia puede encontrarse.
Creo que el Ajedrez tiene su orígen en la India y las Torres (o Roques) eran en principio Elefantes... He leido algo sobre el tema.
ResponderEliminarSi te gustan el Ajedrez y sus misterios, te recomiendo leer "La Tabla de Flandes (Arturo Pérez-Reverte)" y "El Ocho (Catherin Neville)".
Como siempre, genial tu forma de transformar en Palabras todo lo que llega a tus manos.
Besos.
Lo cierto es que es un juego mezcla de dos, uno persa (sha- mat) y otro indú (shatranj).La figura del elefante se introdujo en la época de Alejandro Magno, porque en realidad en su origen, y como es un juego de estratégia, las figuras eran alegóricas a la guerra.
ResponderEliminarGracias por las recomendaciones, leí "El Ocho" hace ya mucho tiempo, aunque me divertí con él no creo que lea la segunda parte, pero me parece magnífico tener una imaginaión capaz de urdir ese entramado.
En realidad lo que más me gusta del ajedrez,es la palabra, que me parece preciosa.